Miriam Batz, colaboradora de la Fundación desde hace 10 años, con mucho deseo inició sus labores, queriendo aportar a los objetivos trazados del programa de Artesanía.
Por años, culturalmente a las mujeres se le ha limitado el acceso al desarrollo. Sin embargo, acompañar a grupos de mujeres artesanas en el fortalecimiento de sus habilidades y que ellas descubran su potencial, es de las más grandes satisfacciones que ha tenido Miriam en sus labores diarias.
Dentro de sus funciones, al inicio fueron labores administrativas en apoyo a el personal de campo, y posteriormente como técnico de campo. Actualmente, Miriam brinda acompañamiento a las organizaciones de artesanos que la Fundación atiende.
Familiarmente Miriam es un modelo de constancia y servicio para los más pequeños del hogar, que ven en ella su fuente de inspiración para el futuro. Miriam nos comparte que su compromiso con FUNDAP siempre la encamina en replantear sus acciones en búsqueda de mejorar cada día.
El trabajo artesanal ha sido una oportunidad personal, ya que para atender a las organizaciones y llevarlas a otro nivel comercial, se debe de estar bien preparado, lo cual ha significado para todos en conjunto un gran aprendizaje.
El impacto más significativo durante estos años es ver la transformación del pensamiento que conlleva cambios de actitudes, el que la mujer reconozca su valor dentro de la sociedad, las organizaciones y sus familias, y se posicione con una actitud de respeto.
Su mensaje final es para los jóvenes, para que luchen constantemente aprovechando todas las oportunidades tanto para crecer como para poder servir.
