¡Kevin Sánchez Cabrera es un ejemplo inspirador de perseverancia y superación! Desde una edad temprana, enfrentó desafíos que no lo detuvieron y lo llevaron al éxito en diversas áreas de su vida.
Criado por su abuela materna debido a la migración de sus padres a Estados Unidos por motivos económicos, Kevin tomó la valiente decisión de trabajar a los 8 años para costear sus propios materiales escolares. Durante estos años, desarrolló habilidades trabajando en un taller de mecánica, donde se dedicaba al lijado, enderezado y pintura de automóviles, mientras seguía estudiando por las mañanas.
A los 13 años, comenzó a trabajar como mesero en una venta de pollo frito. Atendió mesas durante un año y luego se trasladó a la cocina principal y a la realización de tareas administrativas. Al mismo tiempo, nunca descuidó sus estudios básicos en el instituto “INEB” de su comunidad.
A los 18 años, enfrentó un desafío de salud al someterse a una cirugía de los ganglios linfáticos de la axila, lo que le impidió trabajar durante un año completo. A pesar de haber deseado estudiar medicina en la Universidad San Carlos de Guatemala, las limitaciones económicas lo llevaron a abandonar ese sueño. Sin embargo, no se rindió y encontró su camino en la albañilería, convirtiéndose en un hábil maestro de obras.
Desde sus tiernos 8 años, Kevin había acariciado el sueño de tener su propio negocio y, finalmente, a los 20 años, lo hizo realidad al emprender una venta de gas propano con sus ahorros. Se casó a los 21 años y poco después, nació su primera hija. Para mantener a su familia, trabajó en diversas áreas como plomería, electricidad y albañilería.
Años después una oportunidad se presentó en su camino gracias a una facilitadora Voluntaria en Salud de FUNDAP que le habló de las becas que ofrecían, entonces, decidió perseguir su sueño y estudiar para convertirse en auxiliar de enfermería en la Escuela Técnica de Salud de FUNDAP. Para financiar sus estudios y mantener su hogar, trabajó arduamente los fines de semana en construcciones.
Una vez graduado y ya con 2 hijas, Kevin buscó trabajo como auxiliar de enfermería, gracias a su dedicación y esfuerzo demostrado durante los años de estudio, recibió una oferta para trabajar como piloto y asistente médico en FUNDAP, un rol que desempeña actualmente. Además de todo esto, sigue dedicando sus fines de semana a la construcción de su propio hogar.
La historia de éxito de Kevin es un fiel reflejo de su determinación, sacrificio y habilidad para superar obstáculos en su camino hacia la realización de sus metas. ¡Es un ejemplo a seguir para todos aquellos que buscan convertir sus sueños en realidad!
